lunes, 26 de febrero de 2024

Otra Biología, otra salud, otro mundo

Una última propuesta para el cambio de ciclo

Aunque dentro de poco se cumplen dos años desde que tomé la decisión de dejar mi labor como activista e investigador social, la publicación de mi último libro me ha obligado de alguna forma a un regreso puntual para presentarlo, responder a entrevistas y darlo a conocer en las redes sociales. Con motivo de una de esas entrevistas —la realizada por la bióloga Almudena Zaragoza para su proyecto Tejiendo la Red de la Vida— se ha generado un debate en internet en el que no todas las intervenciones parecen tener claro mi enfoque sobre los llamados "virus" y la propuesta de debate que he querido lanzar en el libro.

Con la intención de clarificar al máximo lo que he pretendido con esa propuesta y contextualizarla en el marco de una trayectoria de tres décadas trabajando en esa misma línea de pensamiento y acción, me ha parecido útil compartir estas palabras esperando que sirvan para impulsar la desobediencia, el debate crítico y en definitiva esa rebelión que constituye el meollo de mi último libro.



En 1992 me involucré en un proyecto para crear en Granada un centro dedicado a la salud natural que iba a llamarse Ecosalud y Armonía. Mi inspiración era Wilhelm Reich —a quien había conocido quince años antes— y sus visionarias investigaciones sobre la importancia de la autorregulación y el respeto por el desarrollo natural de las criaturas. 

Desde entonces vengo realizando un análisis crítico de los mecanismos de poder en los terrenos entrecruzados de la salud, la enfermedad, la crianza, la educación y la ecología, y trabajando activamente para impulsar otro concepto de salud que cambie radicalmente la práctica de la medicina y de todas las disciplinas relacionadas de una forma u otra con la salud, concebida desde una perspectiva holística, con el fin último de construir otro mundo para nuestros hijos y nietos.

En 1995 me uní a la Asociación COBRA, actual Plural-21, y comencé a colaborar en sus iniciativas, a hacer aportaciones y sobre todo, a aprender de una cantidad enorme de personas sabias que tuve el privilegio de conocer. A partir de entonces sentí que mi obligación moral era poner por escrito mis  investigaciones. y reflexiones, y desde 2008 comencé a publicarlas en artículos y libros, entre ellos Vacunas: una reflexión crítica (escrito a medias con el doctor Enric Costa), La Sanidad contra la salud, ambos en 2015, y Wilhelm Reich, inspirador de rebeldía en 2017, que posteriormente se han traducido al catalán, italiano y francés.



A mediados de 2019 contacté con un puñado de personas comprometidas para proponerles crear un grupo dedicado a luchar de forma radical contra las consecuencias de la imposición de la Teoría Microbiana y en particular contra las vacunas. Se trataba de superar el planteamiento "vacunas buenas; vacunas malas" y confrontar directamente la herramienta vacuna en sí misma. Para ello, mi primera propuesta fue un manifiesto que, con las aportaciones de alguna de las personas que se fueron uniendo, se publicó en la web Peticion.es con el título Manifiesto por un mundo sin vacunas, que ha reunido a fecha de hoy 1681 firmas y 1684 comentarios.

En agosto de 2020 se presentó en Girona el grupo Stop Vacunas —que fue el nombre que propuse vía correo electrónico en diciembre de 2019 y que se ganó la aceptación del resto de los compañeros autodenominados entonces Los siete samurais. Durante la grabación que envié para estar presente en tan señalada fecha, hice una propuesta más ambiciosa para crear la Plataforma La Salud es Nuestra a partir de un llamamiento de Stop Vacunas a personas y colectivos que llevaban años trabajando en los campos de la salud, la crianza, la educación y la ecología desde perspectivas críticas y holísticas. 

El llamamiento incluiría a otros grupos que luchaban por mejorar el mundo y oponerse a la injusticia y a la destrucción del planeta y de la vida, y la finalidad sería unirnos conservando cada cual su identidad y sus objetivos, pero desarrollando juntos una labor que sumara nuestros conocimientos y experiencias.

En 2022, como remate a mi labor de 30 años y teniendo ya tomada la decisión de retirarme, quise despedirme con un último libro de batalla. Por una parte, se trataba de recoger mi investigación de la falsa pandemia COVID publicada en la revista con la que venía colaborando desde junio de 2010: Discovery DSalud, y ello gracias a la confianza depositada en mi enfoque radical por su director Jose Antonio Campoy, y que mantuvo a la revista como el único medio de comunicación que desde el principio y durante meses desmontó las mentiras y falsedades claves, y desveló quiénes y por qué estaban detrás.



Por otra parte, la idea era contextualizar la falsa pandemia en el marco de las relaciones de poder que había investigado durante tres décadas y hacer un llamamiento para impulsar una rebelión que salte de los límites de las minorías críticas y tenga como protagonistas a los ciudadanos obedientes fabricados por los engranajes del Poder. De ahí que el libro —escrito finalmente entre abril y mayo de 2022 y revisado un año después— acabara titulándose La Rebelión de los Idiotas: Contra el Aparato Sanitario Global e incluyera asimismo una última propuesta para el inminente cambio de ciclo que recoge y supera a todas las anteriores: Otra Biología, otra salud, otro mundo, cuyos elementos esenciales son:

PUNTO DE PARTIDA: DOS CONCEPCIONES DE LA SALUD

El modelo imperante: mecanicista, neodarwinista, a partir de una genética determinista y una biología reduccionista basada en la antibiosis, que ha generado una visión de la enfermedad como opuesta a la salud y una medicina dirigida a luchar contra la primera para supuestamente recuperar la segunda casi exclusivamente a base de fármacos, y enfrentada a la Naturaleza en un modelo sanitario controlado por la industria.

El modelo alternativo: dinámico y holístico, tendría como referencia la nueva biología basada en la simbiosis y la epigenética con una visión de la enfermedad como parte de procesos de desequilibrio y reequilibrio, y una medicina que no combate la enfermedad sino que se esfuerza por entenderla y colaborar en los procesos naturales a partir de una posición de responsabilidad de la persona sobre su salud y la salud colectiva.

ALGUNOS CAMBIOS GLOBALES PARA IR HACIENDO CAMINO

Investigación independiente. Pluralidad de enfoques. Educación para la autogestión de la salud. Transformación del "consentimiento informado" en "decisiones responsables". Evolución del papel paternalista/autoritario del médico a actitudes de colaboración y asesoramiento.

UN COMPLEMENTO IMPRESCINDIBLE: CAMBIAR EL LENGUAJE

Hace tiempo que vengo planteando en mis libros que los cambios en la base teórica y sus repercusiones en la práctica de la medicina y de cualquier orientación en la implementación de una salud holística deben ir acompañados de cambios en el lenguaje que se correspondan con los nuevos descubrimientos y aplicaciones. 

Una vez demostrada la falsedad de la Teoría Microbiana, me parece de pura lógica relegar todas las denominaciones belicistas y paranoicas que se desprenden de ella: "patógenos", "infección", "contagio", "defensas", "inmunidad"... Y otros descubrimientos en otras disciplinas deberían provocar otros cambios relevantes en términos como "genética", "enfermedad", "virus" y así sucesivamente. 

Como ejemplo, he tenido el atrevimiento de proponer algunos de esos cambios, como "Sistema de Regulación de la Simbiosis" para el obsoleto "Sistema Inmunitario" o "Fluidoma" para el obsoleto "Genoma". 

Obviamente son propuestas que forman parte de la propuesta global que La Rebelión de los Idiotas hace para iniciar un debate profundo, multidisciplinar y de trascendencia a largo plazo sobre el que quiero insistir en este breve texto y concretar al menos como punto de partida.



EL ASUNTO DE LOS "VIRUS"

Con carácter general se puede decir que es imposible demostrar que algo no existe. Lo que sí es posible es refutar las pruebas o argumentos presentados por quien afirma que algo existe. O bien, demostrar que su existencia entraría en contradicción con algo que ya hemos demostrado previamente.

¿Se puede entonces decir que "los virus no existen"? Estrictamente hablando, no. Y yo por mi parte he hecho todo lo posible por evitar expresiones como "el VIH no existe" o "el coronavirus no existe" o "los virus no existen". Pero como lo que sí se ha hecho es refutar las pruebas presentadas por quienes afirman que los virus existen, he dedicado mucho tiempo y energía a dar a conocer esas refutaciones y a pedir e incluso exigir a quienes defendían la existencia de los virus que respondiesen a los argumentos críticos. 

Empecé haciéndolo con el supuesto VIH, después con el supuesto Poliovirus, después con el supuesto Virus del Sarampión, después con el supuesto Virus del Ébola, después con el supuesto Virus de Zika y más recientemente con el supuesto SARS-CoV-2 y el resto de los supuestos Coronavirus humanos.

ENTONCES ¿LOS VIRUS EXISTEN O NO?

Como acabo de explicar, no es posible demostrar que algo no existe. Ahora bien tenemos al menos cinco elementos relevantes en relación con los denominados "virus":

1. La hipótesis de los virus se plantea desde el principio en el marco de enfermedades de las que serían causantes, de ahí el nombre que se les dio. Pero desde ese primer momento, el trabajo experimental del que se partió —realizado por John Enders en los años cincuenta del siglo XX—fue realizado de modo erróneo, lo que supone que todo el desarrollo posterior está lastrado por ese error inicial. 

2. Como consecuencia de ello, todas las propuestas posteriores de nuevos virus causantes de nuevas enfermedades han sido refutadas. Es decir, no es que se haya demostrado ocasionalmente la falsedad de esta o aquella afirmación de que tal o cual virus existe, sino que disponemos de una refutación nítida, rigurosa y contundente para absolutamente todas las veces que se ha anunciado el descubrimiento de un nuevo virus declarado culpable de provocar una nueva enfermedad.

3. Ninguno de estos anuncios de nuevos virus ha sido realizado por investigadores independientes. Todos se han producido en el marco de un entramado de Poder perfectamente documentado y analizado. Por añadidura existen elementos suficientes en todos los casos para poder afirmar que no estamos ante errores, sino ante operaciones y montajes realizados de modo consciente y con objetivos de poder.

4. Todos los montajes destinados a plantear el descubrimiento de un nuevo virus han seguido un modus operandi similar con la única salvedad de incluir elementos provenientes de nuevas tecnologías desarrolladas con el paso del tiempo.

5. Todas las afirmaciones relacionadas con los supuestos nuevos virus descubiertos y su capacidad para provocar enfermedades entran en contradicción con conocimientos que ya tenemos provenientes de diversas disciplinas y que han sido suficientemente probados (para más detalles y una exposición de los más relevantes, consultar la Segunda Parte de Vacunas: una reflexión crítica).

Dicho de otro modo: para que un nuevo virus que nos anuncien que han descubierto tenga posibilidades de ser realmente existente, deberían cumplirse al menos cuatro condiciones:

1. Que no se basen en el modus operandi repetido hasta el momento, que ha sido refutado en múltiples ocasiones y que puede seguir siendo refutado en todos los futuros casos en los que vuelva a utilizarse.

2. Que el trabajo de experimentación, descripción y publicación no se realice dentro del marco aludido del entramado de Poder que en mis libros he denominado Aparato Sanitario Global.

3. Que las afirmaciones, hipótesis, conclusiones y planteamientos de los autores no contradigan ninguno de los conocimientos y conclusiones previamente demostradas y suficientemente documentadas.

4. Que una vez publicado el trabajo correspondiente los autores sean capaces de responder adecuadamente a las críticas que se planteen o a las posibles refutaciones que otros autores e investigadores realicen.

La posibilidad de que esto ocurra es tan absolutamente remota que creo que puede decirse con propiedad y rigor que nadie ha demostrado que los virus existan y que nadie lo va a demostrar. Si alguien, allá por el año 5793 llegara a aislar un virus y demostrarlo correctamente, pues se hace la correspondiente rectificación donde haga falta.


Conclusiones

Propongo reservar el término "virus" —o, en su caso "retrovirus", "coronavirus" o el resto de sus denominaciones taxonómicas y clasificaciones varias— exclusivamente para referirnos a la hipótesis o idea propuesta por determinadas personas y que se ha demostrado falsa —expresándolo en términos académicos— o más gráficamente, mentiras o montajes —si se adopta una perspectiva social. 

Así, por ejemplo, serviría para decir: "El virus de la polio nunca se aisló", o "nadie ha demostrado que exista el virus del sarampión" o "la afirmación de que se ha aislado el virus del SIDA es falsa", y así sucesivamente.

En cuanto a los mal llamados "virus" y sus términos derivados: "partículas semejantes a virus" o "retrovirus endógenos", "material viral integrado en el genoma", y otros, propongo un cambio de denominación que se ajuste a las verdaderas funciones o características de estas estructuras.

Concretando la propuesta: Congreso Internacional Interdisciplinar

Creo que lo más apropiado para iniciar el proceso de cambios que aquí esbozo es la organización y celebración de un congreso internacional multidisciplinar en el que personas provenientes de todos los campos de trabajo implicados en el tema expongan sus enfoques y propuestas con el objetivo de llegar a la mayor cantidad posible de acuerdos y consensos, marcando así un hito histórico que sirva como punto de partida de un cambio de paradigma en todas las ciencias afectadas.

Jesús García Blanca.
26 de febrero de 2024.


sábado, 23 de diciembre de 2023

Discovery DSalud entrevista a Jesús García Blanca

El pasado 6 de diciembre la revista Discovery DSalud publicó la primera entrevista sobre su último libro al autor de La Rebelión de los Idiotas. Contra el Aparato Sanitario Global que estará a la venta a primeros de año publicado por Cauac Editorial Nativa.



PORTADA DISEÑADA PARA EL LIBRO 
POR LA FOTÓGRAFA ISABEL JIMÉNEZ 

Conocido intelectual, profesor e investigador social independiente, el escritor español Jesús García Blanca conoce a fondo los mecanismos e instituciones que permiten hoy a quienes manejan en la sombra el Poder del mundo controlar desde hace décadas todos los sistemas sanitarios del planeta. De hecho, es quien mejor ha estudiado la farsa de la COVID-19, inexistente "enfermedad pandémica" provocada por un igualmente inexistente virus bautizado como SARS-CoV-2, algo que documentó extensamente en nuestra revista en los tres últimos años donde ha publicado cerca de centenar y medio de artícuilos en once años. 

Pues bien, una vez la farsa se ha dado oficialmente por concluida no ha querido dejar pasar la ocasión de resumir de forma extensa cómo se fraguó todo, quienes estuvieron detrás de tan gigantesco montaje, cuáles eran sus objetivos y cómo y por qué lo loigraron. Y lo ha hecho en una breve pero densa y documentada obra que ha titulado La Rebelión de los Idiotas.

"Mis libros siempre han sido provocadores" —afirma García Blanca en la entrevista— "¿De qué otro modo puede conseguirse que la gente reaccione? Y aunque pueda parecer una ingenuidad aspiro a conseguir alguna reacción más allá de ese pequeño círculo formado por las personas críticas. De hecho, el objetivo final de mi nuevo libro es provocar una reacción en los que hasta ahora han obedecido las órdenes de arriba, y en los que, siendo críticos en otros terrenos, no han comprendido nunca que la sanidad y la salud constituyen los ámbitos más adecuados para ejercer con mayor facilidad el poder".

Y añade: "Soy consciente de que las ideas a contracorriente siempre corren el riesgo de malinterpretarse porque la mayoría non dispone de elementos básicos para comprender lo que es radicalmente nuevo o diferente pero, aún así, he procurado explicar —desde la misma contraportada del libro— el uso que hago del término "idiota". De hecho, es un término que vengo usando desde hace años en mis artículos e intervenciones públicas y espero que incluso los lectores que no me connocen, que no me han leído o escuchado nunca, entenderán lo que me propongo utilizándolo".



lunes, 27 de noviembre de 2023

La última batalla contra el Aparato Sanitario Global

 

La Rebelión de los Idiotas, el libro más personal e impactante 
de Jesús García Blanca, que narra su investigación pionera 
del montaje COVID, sintetiza su labor como investigador social 
y se despide con una arenga para la rebelión de los de abajo, 
verá la luz el próximo mes de diciembre publicado por 
Cauac Editorial nativa.


En mayo/junio de 2022 di por finalizado el mecanoscrito de mi último libro de batalla, La Rebelión de los Idiotas. Y no solo eso: di por finalizada mi labor como investigador social en los terrenos de la salud, la medicina, la crianza, la educación y la ecología, que durante treinta años me había deparado gozos y sombras —muy probablemente más de las últimas que de los primeros.

Debido a vicisitudes inescrutables de la programación editorial he tenido la oportunidad de revisar de nuevo el libro durante estos meses y he podido actualizar datos, enriquecer argumentos, profundizar reflexiones, y en general mejorar considerablemente el texto del libro que, eso sí, seguirá siendo tan asequible dentro del rigor como didáctico a pesar de la complejidad de alguno de sus elementos, que he procurado sintetizar y facilitar al máximo prescindiendo incluso de notas, referencias y bibliografía (todo ello disponible, como se indica en el libro, en las páginas web de la revista Discovery DSalud y la editorial Cauac.

Así que en muy breve tiempo ahí estará, en librerías físicas y virtuales, disponible para su adquisición, su lectura y su reflexión crítica. Adelanto aquí, el contenido definitivo de esas ciento y pico páginas y la introducción con el sano objetivo de animar a futuros lectores y difundir así al máximo unos contenidos que me parecen de extrema necesidad conocer y combatir.


La Rebelión de los Idiotas

Contra el Aparato Sanitario Global


Contenido: 


A modo de Presentación / Jose Antonio Campoy Sanz-Orrio 

Los virólogos han destrozado nuestro lenguaje / Valendar F. Turner 

Una investigación impecable / Grupo STOP VACUNAS 

Introducción: El Fin de Ciclo y la reorganización del Poder global Una arenga en favor de la libertad de los de abajo 


PRIMERA PARTE: LA INVESTIGACIÓN 

(Enero 2020 – Enero 2022) 


1. Otra falsa enfermedad “causada” por otro falso virus
2. El uso intencionadamente fraudulento de los test fabricó la supuesta pandemia 

3. Por qué enfermaban y morían los “casos de COVID”
4. Medidas y Mascarillas: miedo, autoridad, dogmas, incomunicación
5. ¿”Vacunas de nueva generación” o experimento genético genocida?
6. Jaque mate a la Virología: ¿qué pasa con los virus?
7. Quiénes están detrás y por qué
ANEXO I Un golpe de modernidad: ¿Cuáles son los problemas de salud reales bajo la etiqueta “COVID”? / Jon Ortega Rodrigañez 


SEGUNDA PARTE: EL CONTEXTO 

(Desde 1993) 


8. Primera clave: el origen. La fabricación de ciudadanos obedientes
9. La clave socio-política. El Aparato Sanitario Global y el genocidio iatrogénico
10. La clave científico-médica. Infección, defensas, manipulación genética, antibiosis y paranoia 

11. La decisiva clave mediática. Imponer la versión oficial, censurar a los críticos 

ANEXO II Publicaciones científicas: Las Encíclicas de la Modernidad. 


TERCERA PARTE: EL FUTURO 

(Desde ya) 


12. Otra biología, otra salud, otro mundo
ANEXO III No vamos a cambiar de paradigma si no cambiamos el lenguaje. 

ANEXO IV Llamamiento a la acción adecuada: ¡actuemos para ganar! / Lluis Botinas
13. La rebelión de los idiotas (con la ayuda de unos cuantos filósofos) 


Artículos publicados durante la investigación COVID 

Nota sobre bibliografía 

Agradecimientos
Una última reflexión antes de cerrar el libro 





Introducción

El Fin de Ciclo y la reorganización del Poder global 
Una arenga en favor de la libertad de los de abajo

“El mundo moderno sufre una crisis, 
ha llegado a un punto crítico, 
es inminente una transformación profunda 
de grado o por la fuerza”.

René Guénon. La crisis del mundo moderno.


Escribo estas primeras palabras de introducción en los días en que se cumplen dos años de la mayor agresión contra la salud, los derechos y las libertades de prácticamente toda la humanidad, a cuyo análisis y rechazo he dedicado dos intensos años de mi vida y que ahora me propongo desmenuzar en las menos páginas posibles sin perderme por las ramas sino más bien yendo a la raíz.

No seré yo quien elija mi público. Dejo el libro por ahí a disposición de quienes se sientan tentados de compartir esta reflexión aunque esperando sobre todo llegar a los que se hacen preguntas al margen del guion prefabricado por los de Arriba, a los que están empeñados en cambiar el mundo a pesar de las enormes dificultades y peligros, o para decirlo de modo menos pretencioso, a los que procuran una vida un poco mejor y menos deshumanizada para nuestros hijos y nietos.

Con todo, este libro está especialmente dedicado a los idiotas. Y creo necesarias unas palabras para explicarme. El término “idiota” —del término griego ιδιωτης (idiotés)— no es un insulto ni una descalificación. Su origen en la Grecia clásica se refiere a las personas que no asistían a la Asamblea de la polis en la que se tomaban las decisiones relevantes para la comunidad.

Los idiotas son ciudadanos obedientes al servicio del Poder, fabricados por herramientas que el propio Poder ha creado y perfeccionado a lo largo del tiempo. No se trata de chantaje, de engaño, de manipulación, de presión, de amenaza: todo eso viene después. Se trata de fabricación de seres a medida, de piezas de una maquinaria, de humanos deshumanizados, castrados física y mentalmente, atrapados, constreñidos, acorazados.

En estas condiciones, ¿eligen los idiotas? ¿Pueden los idiotas decidir? O dicho de otro modo: ¿son responsables de lo que hacen o, mejor dicho, de lo que no hacen? Es evidente que no, puesto que la esclavitud se implanta de modo inconsciente desde mucho antes de tener consciencia. La consciencia se desarrolla constreñida por esa infraestructura de esclavitud.

La pregunta es entonces: ¿pueden los idiotas dejar de serlo? Y eso supone otra pregunta: ¿se puede cambiar algo de lo que uno no es consciente? La respuesta parece ser claramente “no”. Pero ¿y si damos un paso más atrás y preguntamos: ¿se puede transformar algo inconsciente en consciente? O mejor dicho: ¿Puede uno hacerse consciente de algo que funciona de modo inconsciente? O mejor aún, ya para terminar esta primera batería de preguntas que responderé cumplidamente en la Tercera Parte de este libro: ¿puede un determinado mecanismo de condicionamiento pasar de nuestro inconsciente a nuestra consciencia?

Mi esperanza —esa esperanza irracional de la que hablaba Sabato, esa esperanza que se mantiene a pesar de las cosas terribles que he descubierto en treinta años de investigación social y que me ha decidido finalmente a ponerme al teclado una vez más— es que sí, que la respuesta a esas preguntas es un sí que no proviene de cálculos sesudos ni análisis pormenorizados, sino de la intuición, de la confianza en el ser humano, de esas personas lúcidas que me he ido cruzando en el camino, en ese camino durísimo que me ha hecho comprender lo desesperado de nuestra situación pero que al mismo tiempo me ha ilusionado con la idea de que los idiotas pueden abrir los ojos y protagonizar la mayor rebelión de este período oscuro, y que quizá no sea sino precisamente el acontecimiento clave para el cambio de ciclo.

DE QUÉ VA ESTE LIBRO

Este breve libro no tiene ambiciones de ser “el libro sobre la COVID” en el que haya pretendido reunir toda la información relevante de modo sistemático y ordenado. Habrá que esperar años para eso y yo no poseo el atrevimiento de otros que ya han llenado los estantes de las librerías o las redes sociales con esos propósitos de exhaustividad o de sesudas interpretaciones prolijamente justificadas.

Lo que este libro —casi mejor librito— pretende es narrar mi experiencia de investigación social y periodística durante dos años, siguiendo más bien un orden cronológico de cada aspecto que fui abordando, y complementarla muy brevemente con el contexto que proporcionan casi treinta años de activismo e investigación a contracorriente en el campo de la salud/educación.

He dividido el texto en tres partes con una finalidad eminentemente práctica y con vistas a una mejor comprensión de la falsa pandemia COVID y, mucho más importante, del contexto en el que se sitúa, para poder abordar otras falsas epidemias o pandemias, anteriores y futuras, que llegarán.

En la Primera Parte me centro en el trabajo realizado desde enero de 2020 hasta enero del 2022; 25 meses en los que analicé y publiqué —en su mayoría en la ya mencionada Discovery DSALUD— las cuestiones que me parecieron relevantes y otras que su director me fue encargando: la cuestión clave del aislamiento del nuevo supuesto coronavirus, la validez de los test para detectarlo, una crítica radical de las cifras de “casos de COVID”, una explicación racional de los falsos “enfermos” y “muertos” de COVID, un análisis crítico documentado de las medidas que se fueron tomando e imponiendo, en particular las mascarillas y las consecuencias de su uso continuado, y las inoculaciones masivas con las supuestas nuevas “vacunas”...

En la Segunda Parte, retrocedo hasta 1993, cuando comencé a investigar temas de salud, educación y ecología desde un enfoque crítico, y explico el contexto de la falsa pandemia desde cuatro puntos de vista: el de las relaciones de poder, deteniéndome particularmente en la fabricación de ciudadanos obedientes, el científico-médico, abordando la crítica radical de la teoría microbiana, el socio-político, centrándome en el entramado de poder que sirve de base al Aparato Sanitario Global y su agresión genocida a la salud humana y del planeta, y la clave mediática, la imposición de la versión oficial y la censura de los críticos.

La Tercera Parte pretende muy brevemente pero de modo contundente aportar elementos para un futuro esperanzador en el que juegue un papel trascendental la rebelión protagonizada por los de abajo, por las piezas de la maquinaria, por los idiotas en definitiva, en quienes —contra todo pronóstico— he depositado mi confianza desde las primeras páginas de este libro.

Se incluyen también cuatro Anexos que complementan los temas tratados. En el Anexo I he recogido algunas notas que me hizo llegar el biólogo y editor de Cauac, Jon Ortega, a partir de su revisión del manuscrito, y en las que profundiza y detalla algunos temas que no formaron parte de mi investigación en los dos años que abarca este libro pero que arrojan luz sobre aspectos relevantes, como los problemas de salud reales que se utilizaron en la construcción de la falsa pandemia y sus auténticas causas o ciertos aspectos técnicos de los falsos diagnósticos mediante el uso fraudulento de la PCR.

En el Anexo II abordo el papel de las publicaciones científicas como herramientas de poder. En el Anexo III lanzo una propuesta para cambiar el lenguaje que permita impulsar un cambio de paradigma en la biología y la medicina. Y finalmente, en el Anexo IV, Lluis Botinas, Presidente de Plural-21 hace un llamamiento —que suscribo— a la acción adecuada para dejar de resistir, y ganar reuniendo fuerzas y rompiendo la censura por nuestra nueva-antigua forma de vida.

Advierto desde el principio que he decidido no incluir referencias, fuentes o una extensa y pormenorizada bibliografía: no tendría sentido en un libro que pretende brevedad y síntesis. En los casos puntuales en los que se puede hacer una rápida consulta en la red he aportado título y datos de la publicación en el propio texto. Para el resto de referencias, el lector interesado puede acudir a la página web de la revista Discovery DSALUD y a la de Cauac Editorial Nativa. Encontrará asimismo una bibliografía abundante y pormenorizada en mis anteriores libros, en particular La Sanidad contra la Salud y Vacunas: una reflexión crítica.

Es verdad que la revuelta es siempre cosa de minorías y así lo sostuve durante años. Pero entre todas las lecciones que he aprendido en estos dos años hay una muy especial: la revuelta, la rebelión, la desobediencia, puede extenderse, compartirse, plagiarse, diseminarse, difundirse, amplificarse, propagarse... trascender. Sin dejar de ser estrictamente “minoría”, los que desafiamos a los de Arriba podemos crecer.

No sabemos quiénes somos, ni dónde estamos, ni cuántos somos. No tenemos miedo. No somos... somos No. Desobedecemos. Este libro es fruto de la desobediencia.

El fin de este Ciclo se acerca inexorablemente. ¿Es posible cambiar la forma en que suceden las cosas? ¿Es posible resistirse a la caída? ¿O quizá se trata de reservar conocimiento para un futuro incierto pero esperanzador? No existe el tiempo. Caminamos en lo profundo del bosque. Mi esperanza son mis hijos y nietos. Los veo en lugares desconocidos llenos de felicidad mientras yo me fundo en la piel de mi pareja en un estruendo silencioso. Eso me mantiene vivo.


JESÚS GARCÍA BLANCA (Cádiz, 1960)

Escritor, maestro durante treinta años e investigador social entre 1994 y 2022. Desde 1993 investiga temas de salud, educación y ecología analizando los mecanismos de poder e integrando una visión crítica del embarazo-parto- crianza basada en la autorregulación, la lucha política contra el Aparato Sanitario Globasl y a favor de alternativas de autogestión de la salud.

Ha sido docente en los cursos de crianza ecológica de la Escuela Española de Terapia Reichiana y colaborado con revistas divulgativas —Cuerpomente, Tu bebé, Mente Sana— y de pensamiento crítico —Youkali y Daimón Revista Internacional de Filosofía— así como con medios de contrainformación digitales y en papel —Cadizrebelde, Insurgente, Rebelión, Sumendi, Ekintza Zuzena, La Haine—. Escribió regularmente en la revista Discovery DSALUD desde 2010 hasta su cierre en enero de 2022.

Ha publicado los libros El rapto de Higea (Virus, 2010), La Sanidad contra la Salud (iEdiciones, 2015), Vacunas, una reflexión crítica —junto al Dr. Enric Costa— (iEdiciones 2016, traducido al catalán por Llibres de l ́Índex) y Wilhelm Reich, inspirador de rebeldía (Cauac, 2017). Macroedizioni ha publicado traducciones al italiano y francés del primero (en 2013) y el último (en 2018 y 2019), así como Fake news: La manipolazione delle notizie (2019) sobre el caso Olot.

Ha participado también como autor en los libros de autoría colectiva publicados por la editorial Volapuk  en un proyecto sobfre autogerstión de la vida cotidiana, formas de construcción colectiva, ayuda mútua y horizontalidad, coordinados por Javier Encina, Emiliano Urteaga y Ainhoa Ezeiza: Autogestión Cotidiana de la Salud (2018) con el capítulo Cultivar nuestra salud. Por una sanidad pública, autogestionada y holística, y Educación sin propiedad (2019), con el capítulo Niños libres para construir una sociedad libre. Una arenga contra la Educación.

La Rebelión de los Idiotas es, según el autor, su último libro de batalla. A partir de ahora se concentrará en la escritura de ficción de la que ya ha publicado cinco novelas: Redención, la Trilogía 1977 (El Fondo de la Luz, Las Escrituras de la Noche, Las Últimas Preguntas) y El Segundo Río: El Manuscrito de Apolonio.

domingo, 22 de mayo de 2022

La Rebelión de los Idiotas (Jesús García Blnca / Cauac Editorial Nativa)

Hace unos minutos he entregado a los amigos de Cauac Editorial Nativa el borrador del que será mi último libro de batalla. Comparto un primer avance de su contenido. Ciao. Jesús García Blanca, 22 de mayo de 2022.


Contra la Sanidad Dogmática Mundial
La Rebelión de los Idiotas

Todas las claves para entender el fenómeno COVID desde el rigor científico, el periodismo independiente y el análisis socio-político crítico.


A partir de una introducción de la que más abajo escojo algunos párrafos, el libro se divide en tres partes: La Investigación (Enero 2020-Diciembre 2021), El Contexto (desde 1993) y El Futuro (desde ya). 

La primera narra mi investigación —durante dos años— de la falsa pandemia COVID, publicada casi íntegramente en la revista Discovery DSalud. La segunda, explica el contexto de la falsa pandemia y del resto de falsas pandemias: el origen de la obediencia y las claves socio-política, científico-médica, y mediática. La tercera aporta elementos para un cambio radical apoyado en la rebelión de los idiotas.


[FRAGMENTO DEL LIBRO]

"Acabada la obra y el mérito cumplido
Lo oportuno es retirarse
Esto enseña el Tao del Cielo"
Lao Tse.

Introducción
El Fin de Ciclo y la reorganización del Poder global
Una arenga en favor de la libertad de los de abajo

Escribo estas primeras palabras de introducción en los días en que se cumplen dos años de la mayor agresión contra la salud, los derechos y las libertades de prácticamente toda la humanidad, a la que he dedicado dos intensos años de mi vida y que ahora me propongo desmenuzar en las menos páginas posibles sin perderme por las ramas sino más bien yendo a la raíz.

No seré yo quien elija mi público. Dejo el libro por ahí a disposición de quienes se sientan tentados de compartir esta reflexión aunque esperando sobre todo llegar a los que se hacen preguntas al margen del guion prefabricado por los de Arriba, a los que están empeñados en cambiar el mundo a pesar de las enormes dificultades y peligros, o para decirlo de modo menos pretencioso, a los que procuran una vida un poco mejor y menos deshumanizada para nuestros hijos y nietos.

Con todo, este libro está especialmente dedicado a los idiotas. Y creo necesarias unas palabras para explicarme. Los idiotas son ciudadanos obedientes al servicio del Poder, fabricados por herramientas que el propio Poder ha creado y perfeccionado a lo largo del tiempo. No se trata de chantaje, de engaño, de manipulación, de presión, de amenaza: todo eso viene después. Se trata de fabricación de seres a medida, de piezas de una maquinaria, de humanos deshumanizados, castrados física y mentalmente, atrapados, constreñidos, acorazados.

En estas condiciones, ¿eligen los idiotas? ¿Son responsables de lo que hacen o, mejor dicho, de lo que no hacen? ¿Pueden los idiotas dejar de serlo? Mi esperanza —esa esperanza irracional de la que hablaba Sabato, esa esperanza que se mantiene a pesar de las cosas terribles que he descubierto en treinta años de investigación social y que me ha decidido finalmente a ponerme al teclado una vez más— es que sí, que la respuesta a esas preguntas es un sí que no proviene de cálculos sesudos ni análisis pormenorizados, sino de la intuición, de la confianza en el ser humano, de la esperanza que se aferra a esas personas lúcidas que me he ido cruzando en el camino, en ese camino durísimo que me ha hecho comprender lo desesperado de nuestra situación pero que al mismo tiempo me ha ilusionado con la idea de que los idiotas pueden abrir los ojos y protagonizar la mayor rebelión de este período oscuro, y que quizá no sea sino precisamente el acontecimiento clave para el cambio de ciclo.

"Time to let go..."




lunes, 9 de mayo de 2022

¿Qué pasa con los virus?

¿Ha llegado la hora de un debate?





En el libro que tengo entre manos, dedicado en gran parte a dar cuenta de mi investigación de dos años de la falsa pandemia COVID y temas relacionados, abordo un asunto que me parece de gran importancia: las afirmaciones del doctor Stefan Lanka sobre lo que él denomina “el fin de la Virología”.

Desde que, en los comienzos de la falsa pandemia, comencé a leer sus trabajos cuestionando de raíz su propio campo de conocimiento hasta el punto de considerarse “ex-virólogo” consideré trascendental que los biólogos críticos y rigurosos, adscritos en su mayoría a lo que ha venido a llamarse Nueva Biología deberían dar los pasos necesarios para impulsar un debate profundo y riguroso que aspire a interrelacionar, poner en conexión, armonizar las posiciones críticas, todas de un enorme valor científico y todas valiosas para propiciar un cambio de paradigma por el que muchos luchamos.

La Virologia oficial y de rebote la medicina considera a los virus como entidades patógenas, de ahí que eligieran para denominarlos precisamente el término “virus” que significa “veneno”.

Parece claro que en la imaginería dominante “virus” es equivalente a “virus patógeno” y que de hecho esta última expresión sería una redundancia: “veneno patógeno”.

Máximo Sandín en su libro Lamarck y los mensajeros parte de la denominada Simbiogénesis para hacer una propuesta revolucionaria sobre el papel de los virus en la evolución dando un giro radical a las ideas darwinianas y situando la clave en la cooperación y la simbiosis.

Durante años he procurado aprender de este enfoque y de las consecuencias que plantea no solo para la Biología, sino para otras ciencias aplicadas, en particular la Medicina y —ampliando aún más la perspectiva— para llevar a cabo una transformación de nuestra concepción de la salud y de la vida en su conjunto.

Y en esto llegó Lanka anunciando el fin de la Virología.

Lanka afirma que nunca se ha podido aislar ningún virus y que de hecho, la Virología se refuta a sí misma. ¿Se refiere a los virus patógenos o a todos los virus? ¿Había tenido en cuenta Lanka la vuelta de tuerca que surge con Lynn Margulis o hablaba del concepto clásico de virus?

En sus artículos utiliza el término “virus” a secas y habla del fin de la Virología —que se supone que estudia todos los virus y no solo los patógenos. Pero en algunas ocasiones escribe “virus patógenos”, lo que podría llevar a descartar a los que no lo son… lo cual es otro problema, porque según qué enfoque apliquemos, todos son generadores de enfermedad o ninguno lo es…

A comienzos de 2020 conseguí acordar una entrevista a fondo con Stefan Lanka para Discovery DSalud. Y por supuesto aproveché la oportunidad para preguntarle sobre este asunto y poder despejar dudas. Transcribo literalmente la pregunta que le hice y su breve respuesta:

DISCOVERY DSALUD: Es decir, defiende usted que los virus no son microbios, no son patógenos y carecen de estructura biológica pero, ¿pueden incidir en nosotros trabajando en simbiosis con nuestras bacterias y células como postula la bióloga estadounidense Lynn Margulis? ¿Puede en tal caso decirse que los virus son más bien fragmentos de ADN o ARN que transmiten información?

STEFAN LANKA: Lynn Margulis y los biólogos marinos han determinado que en el mar existen cantidades enormes de ácido nucleico asociado a la presencia de los llamados virus gigantes. Esta biomasa es incluso más grande que toda la vida que conocemos en la Tierra, en el humus o en los mares. Es increíble: ¡el mar está repleto de ácido nucleico! Ahondando en la teoría de la vida descubrí cuál es el papel principal del ácido nucleico. Margulis fue un referente importante para mí pero le otorga al ácido nucleico un papel que realmente no tiene. El ácido nucleico tiene como función principal liberar energía y, en segundo lugar, es un componente en la producción de unas pocas proteínas y enzimas. El 90% de las proteínas y enzimas las genera el cuerpo humano sin que existan genes, es decir, sin planos de construcción. Para el 10% restante el cuerpo sí dispone de “planos" o "plantillas”. Ahora bien, la creencia de que los virus han jugado un papel importante en la evolución es errónea. La vida genera su propio ácido nucleico y es importante ya que es el generador de energía primario del metabolismo celular. Es un hecho que en el mar existen cantidades increíbles de ácido nucleico en forma de virus gigantes. Gunther Enderlein reconoce que se trata de un paso fundamental porque es como la vida se materializa y se hace visible.

Parece evidente que el debate esta servido. A mí al menos me parece de enorme importancia, tanto en lo que se refiere a las cuestiones de fondo como a los aspectos formales y conceptuales.

Me surgen muchas preguntas que estoy elaborando para el libro... adelanto aquí algunas relacionadas con la cuestión nada banal de la nomenclatura:

Tenemos por un lado a los “virus”, que son entidades exógenas patógenas, es decir que vienen del exterior y provocan enfermedades. Y tenemos por otro lado un cierto cúmulo de “cosas” en su mayoría endógenas, que tienen en común no ser patógenas y que en algunos casos están integradas en nuestro genoma: “virus endógenos”, “retrovirus endógenos”, “partículas semejantes a virus”, “transposones”, “retro transposones”, “vesículas de transporte”, “exosomas”, “elementos virales endógenos”…

La pregunta es: ¿son estos dos grupos de entidades la misma cosa o son cosas diferentes? Si son la misma cosa y una de ellas no existe, ¿no sería lógico afirmar que tampoco la otra? Y si son cosas diferentes, ¿por qué seguir llamándolas de la misma forma teniendo en cuenta que no solo constituye un error, sino que contribuye a perpetuar dogmas e impedir ese cambio de paradigma que anhelamos

¿No ha llegado el momento de denominarlos de modo diferente para que su nombre responda a sus funciones reales y despejar de una vez por todas la confusión?


PARA SEGUIR LA PISTA:
Los artículos del doctor Máximo Sandín en Somosbacteriasyvirus
Los artículos del doctor Stefan Lanka en Wissenchafttplus
La entrevista con el doctor Lanka en Discovery DSalud
El artículo de Lynn Margulis sobre Simbiogenesis



miércoles, 22 de diciembre de 2021

Wilhelm Reich: Un científico rebelde contra la dictadura médica que amenaza la vida

Comparto el texto íntegro del artículo publicado en el número 78 (Octubre 2021) de la revista italiana Scienza e Conoscenza con motivo del relanzamiento por la Editorial Macroedizione de las traducciones italiana y francesa de mi libro Wilhelm Reich, inspirador de rebeldía (publicado originalmente en castellano por la Cauac en 2017.




Wilhelm Reich: Un científico rebelde contra 
la dictadura médica que amenaza la vida


“Hay algo que no falla y es la convicción de que únicamente los valores del espíritu nos pueden salvar de este terremoto que amenaza la condición humana. Porque a medida que nos relacionamos de manera más abstracta, más nos alejamos del corazón de las cosas y una indiferencia metafísica se adueña de nosotros mientras toman poder entidades sin sangre ni nombres propios”.

Ernesto Sabato. La Resistencia.


Dramáticas palabras por lo que tienen de profético escritas hace más de veinte años. Pocos podrán dudar de que estamos inmersos en una crisis sin precedentes que afecta a la totalidad del planeta y que no deja resquicio para escapar a la minoría de personas que por una razón u otra nos hemos hecho conscientes de la agresión brutal contra la humanidad que se desató en diciembre de 2019.

Por su propia naturaleza, es imposible comprender lo que está sucediendo desde una perspectiva médica o biológica, incluso científica en el sentido amplio de la palabra.

Estamos ante una herramienta de poder que solo puede analizarse desde una perspectiva global que incluya la mirada sociopolítica y el análisis de las relaciones de poder.

Y como suele suceder en estos casos, el reto no es explicar por qué mandan los de Arriba, sino por qué obedecen los de abajo, y la clave nos la dio Wilhelm Reich hace casi cien años, en un libro publicado originalmente en 1933 y ampliado años después, un libro que fundó una disciplina dedicada a la psicología social y que sigue siendo fundamental para entender el comportamiento de las sociedades humanas, incluyendo la aceptación resignada de la violación de derechos fundamentales y la agresión contra nuestra salud y nuestra vida. Se trata de Psicología de Masas del Fascismo que en un principio se refería al ascenso del nazismo en Alemania y que posteriormente Reich extendió a cualquier régimen político autoritario incluyendo la URSS y Estados Unidos.

MI “ENCUENTRO” CON REICH

Teniendo yo 17 años me encontré con un libro de cubierta aburrida y muy deteriorado perteneciente a la Biblioteca de Psicología Profunda de la Editorial Paidós cuyo título llamó mi atención por lo enigmático: La función del orgasmo. El descubrimiento del orgón. Aunque entendí bien poco de lo que allí se decía, el tono peculiar del texto —entre diario vital, reportaje científico y crítica filosófica— hizo que quedara fascinado para siempre por su autor: Wilhelm Reich.

Reich me llevó a A. S. Neill y su visión radical de la educación, lo que me impulsó a seguir magisterio y a desarrollar una vida profesional llena de contradicciones al convertirme en funcionario educativo estando totalmente en contra de la tarea que se supone debía realizar y del modo de realizarla. Pero además, la lectura de las obras de Reich —las pocas que en aquellos años se habían traducido al castellano— me impulsó a explorar una multitud de caminos en los campos de la educación, la ecología y la salud, lo que terminaría determinando mi actividad durante más de 25 años como escritor de investigación.

Pero la cosa no termina aquí. De alguna forma Reich ha venido influyendo en mi vida desde aquel 1977 y le debo sin duda la forma en que me he relacionado y me relaciono con mis hijos así como mi aproximación crítica a la realidad, mi rebeldía, mi cuestionamiento sin concesiones de la autoridad en todos los sentidos.

Se puede decir que Reich fue el primero de un puñado de autores que he ido conociendo, con los que he ido dialogando y que finalmente he ido guardando en una especie de “caja de herramientas” que utilizo habitualmente en mi trabajo de investigación social conectada con la salud, la enfermedad, la medicina, la biología y la vida en su sentido más amplio.

De hecho, el descubrimiento clave de Reich fue la presencia constante de la energía de la vida fluyendo en todas partes y conectando cada ser vivo con el cosmos. Esa energía, que Reich denominó Orgón, era al mismo tiempo la energía que tradiciones ancestrales habían llamado Ki o Prana, la fuerza de la que venían hablando las corrientes vitalicias y la Líbido que Freud concebía de un modo casi metafórico.

Reich consiguió hacer visible esa energía que relacionaba sus primeras inquietudes sobre la concepción freudiana de la neurosis, su teoría sexual, sus preocupaciones sociopolíticas, sus experimentos sobre el origen de la vida, su concepto de salud y enfermedad y la importancia crucial de la autorregulación en la crianza. Si fue perseguido hasta su muerte fue porque su lucidez ponía en peligro el statu quo de los poderosos al desvelar el origen del sufrimiento y de la sumisión.




EL ORIGEN DE LA OBEDIENCIA

La respuesta de Reich al enigma de la obediencia fue tan simple como profunda: “todo orden social produce en la masa de sus componentes la estructura de carácter que necesita para alcanzar sus fines” y puesto que los fines de la minoría en el poder consisten básicamente en mantenerse donde están, controlar al resto y disfrutar de sus privilegios, la estructura de carácter que necesitan es la sumisión, la obediencia, la incapacidad crítica…

Los antiguos helenos de las polis clásicas llamaban “ἰδιώτης” (“idiotés”, “idiota”), a los ciudadanos que no acudían a la asamblea y por tanto dejaban a los demás la decisión de los asuntos públicos. Por su parte, Reich, en su libro Escucha, pequeño hombrecito utiliza una expresión más precisa y radical: “esclavos de no importa quien”.

Es cierto que el falso relato en torno al coronavirus y el miedo que lo acompaña como ingrediente inexcusable, se ha impuesto por la manipulación de unos grandes medios de comunicación al servicio de grupos de poder que dominan el mundo, pero eso no es posible conseguirlo con miles de millones de personas si no existe una condición previa: que esas personas hayan sido moldeadas para aceptar cualquier cosa por absurda que sea y por mucho que pueda perjudicarles a ellos o a sus hijos. La manipulación y la mentira son reales pero no bastan; la presión y la amenaza no son suficientes; el miedo y la incapacidad para rebelarse no son fruto de la improvisación, son elementos que se implantan desde el mismo momento en que los seres humanos son concebidos. Solo así cumplen su función al servicio del poder.

Los idiotas son pues el paradigma de la dejación, que juega un papel fundamental en nuestra historia, de hecho, la inmensa mayoría no es ignorante, por el contrario sabe lo que tiene que saber, es decir, lo que está mandado que sepa. La mayoría son más bien idiotas, es decir, pasivos, acríticos, incapaces de hacerse preguntas y tomar decisiones. Una vez fabricado el ciudadano idiota, esclavo de no importa quien, no existe dificultad especial en conseguir que acepte como dogma cualquier cosa por absurda que pueda ser.

FUNDAMENTALISMO CIENTÍFICO

Como explicaba el mismo Ernesto Sabato, el ser humano está más dispuesto a creer algo cuanto menos lo entiende, de modo que el discurso de la ciencia, controlado por el poder, progresivamente más abstracto y especializado, ha conseguido imponerse como discurso de verdad que la inmensa mayoría acepta sin discusión, dándose así la paradoja de que el método científico que se presentaba como contrapartida de la religión y las creencias se ha convertido él mismo en una creencia universalmente aceptada.

Durante los siglos de desarrollo de la ciencia moderna, el debate sobre el conocimiento de la naturaleza enfrentó las explicaciones teológicas, mágicas, sobrenaturales, con las materialistas, objetivistas y positivistas representadas por el método científico. Pero Reich encontró y desarrolló un camino intermedio para la observación, la experimentación científica y la elaboración de teorías, un camino que utiliza los elementos racionales del método científico pero sin caer en el mecanicismo, lo que le permitió señalar los errores de las dos posiciones extremas y mantener a lo largo de su vida un eje central de coherencia que conectaba sus descubrimientos entre sí y con el propio método de investigación.

Para Reich, el ser humano acorazado es un individuo-máquina que percibe las cosas desconectadas de modo que su concepción de la naturaleza y de los seres vivos no puede ser más que mecanicista, su pensamiento y las herramientas que construye para experimentar son mecanicistas y él mismo se concibe con una pieza de esa gigantesca máquina que sería el universo. Ese individuo-máquina no puede comprender el movimiento que es la esencia de lo viviente. De ahí que la ciencia moderna, huyendo del misticismo haya caído en el mecanicismo que ignora lo esencial de la vida: las emociones y el movimiento, el flujo y la pulsación.

Reich plantea que únicamente desde el contacto con lo vivo puede entenderse la vida. Por eso denominó a ese método funcionalismo orgonómico: orgonómico porque es la energía orgánica la que está en la base de todo lo vivo, y funcionalismo porque es precisamente el hecho de que todos los seres vivos funcionen con leyes comunes lo que facilita la conexión de un organismo vivo que investiga y busca respuestas con otros organismos y con la naturaleza en sí misma.

Ese método y su descubrimiento clave: la energía orgónica, le permitieron replantear toda su visión del psicoanálisis, de la sexualidad, de la psicología social y de la autorregulación como elemento básico de construcción de la armonía social y natural, y de la prevención del sufrimiento humano.

Las implicaciones de la energía orgánica en la salud y la enfermedad lo llevaron igualmente a cuestionar los dogmas que la investigación biomédica estaba imponiendo desde principios de siglo: la Teoría Microbiana de la Enfermedad y su complemento, la idea de Inmunidad, una teoría jamás probada aunque impuesta por motivos de poder y que ha servido de base para un concepto de salud pública basado en la paranoia del contagio que actualmente justifica todas las medidas que conculcan derechos y libertades fundamentales e imponen una dictadura sanitaria a nivel mundial.

Así, los descubrimientos de Reich podrían haber cambiado el mundo, y aún estamos a tiempo de aprovechar esta crisis para ponernos a la tarea: qué otro sentido tiene una crisis si no es precisamente el de provocar, facilitar, inducir, crear las condiciones para un cambio radical…

REICH: UNA ESPERANZA PARA EL FUTURO

A pesar de la enorme variedad de campos de investigación que abrió Reich o que contribuyó a ampliar, profundizar o conectar entre sí, toda su obra puede resumirse en una celebración de la vida, un intento de comprenderla, de contribuir a respetarla y protegerla, hasta el punto de descubrir la propia energía de la vida que denominó “orgón” y que conecta todos sus trabajos, sus preguntas y sus posibles respuestas.

Y a partir de esas preguntas y respuestas podemos comprender dos aspectos claves de la pandemia lanzada por la OMS siguiendo los dictados de sus dueños, la ínfima minoría que domina el mundo:

Por una parte, la cuestión científico-médica: las investigaciones de Reich en el campo de la biología permiten comprender el error mecanicista y la falsedad de la teoría que culpa a los microbios de las enfermedades a partir de unos hallazgos con los que Reich abrió la puerta a una visión simbiótica de los microbios como claves del origen de la vida.

Por otra, la búsqueda social de Reich conectada con la represión individual que utiliza como herramienta la familia autoritaria castradora, nos permite entender el origen de la sumisión, del sufrimiento emocional, de la propia maldad humana desde los orígenes de la civilización.

La medicalización del embarazo y del parto, la separación de las criaturas desde el momento mismo de nacer y durante todo el período que Reich denominaba “período crítico biofísico” durante el cual el bebé continúa siendo un feto a pesar de haber salido del vientre materno, las distorsiones durante la crianza que provocan la formación de la coraza impidiendo el contacto natural o saludable con uno mismo y con el exterior y crea una situación de carencia emocional y alteraciones en el desarrollo biofísico que se intensifica en los años posteriores, tanto en la etapa familiar como a través de la intervención de la escuela y sus múltiples versiones de educación represiva, creando así el ciudadano obediente, pieza perfecta de la maquinaria social al servicio del poder tal como han expuesto en detalle Casilda Rodrigañez y Ana Cachafeiro en su libro La represión del deseo materno y la génesis del estado de sumisión inconsciente.




UN APUNTE FINAL SOBRE EL KALI YUGA

Todas las civilizaciones concibieron la historia como algo cíclico con períodos de luz y oscuridad, fases en las que predomina la espiritualidad, la armonía y el equilibrio, y fases en las que domina lo material, la confrontación y el desequilibrio. La tradición hindú denomina a este último período Kali Yuga, la edad oscura, en cuyas etapas finales nos hallamos actualmente según los estudiosos de la tradición como René Guénon, lo que significa que muy posiblemente estemos viviendo el final de un ciclo y quizá —quién sabe— asistamos al comienzo de uno nuevo, o puede que lo hagan nuestros hijos o nuestros nietos.

Concentrando toda su obra en unas pocas palabras que nos alienten en estos tiempos de incertidumbre podríamos decir que se trata de recuperar nuestra parte salvaje y animal precisamente para sentirnos más humanos, para conectar con los ritmos naturales y la espontaneidad de lo vivo.

Una transformación radical desde el mecanicismo a la orgonomía, a la pulsación de la vida, que acabe con el fundamentalismo científico imperante; desde la antibiosis a la simbiosis que destierre para siempre la teoría microbiana y nos enseñe a convivir con nuestros microbios que han sido la clave del origen de la vida y que siguen siendo fundamentales para la salud y el mantenimiento de nuestro equilibrio interno; desde la represión a la autorregulación que supondría el fin de los idiotas y el retorno de la ética aristotélica y su búsqueda del bien supremo como fin de la política entendida como la gestión de los asuntos de la polis, de los grupos humanos… y en definitiva, una transformación desde el totalitarismo sanitario, la corrupción, los sobornos y el control de los organismos públicos de salud a la autonomía y capacidad de decisión de la gente sobre nuestra propia salud, no como una concesión que se pueda limitar o incluso retirar si interesa al poder, sino como un derecho básico intocable: en vez de un pasivo “consentimiento informado” una activa “decisión informada”.

Quizá las ideas y los descubrimientos de Reich sufrieron un rechazo tan terrible y radical porque eran la semilla de un nuevo ciclo de la humanidad y debían esperar su momento.

Ese momento ha llegado.


BIBLIOGRAFÍA BÁSICA Y LECTURAS RECOMENDADAS

    • García Blanca, J. Wilhelm Reich: Il genio dell'energia orgonica e della liberazione sessuale. Macro Edizioni, 2018.
    • Reich, W. The Mas Psychology of Fascism. Farrar, Straus and Giroux. 1998.
    • Reich, W. Listen, Little man! Farrar, Straus and Giroux, 2013.
    • Reich, W. Children of the Future. Farrar, Straus and Giroux, 1983.
    • Rodrigañez, C. y Cachafeiro, A. La represión del deseo materno y la génesis del estado de sumisión inconsciente. Cauac Editorial Nativa, 2020.
    • Sandín, M. Pensando la evolución, pensando la vida. Cauac Editorial Nativa, 2019.
    • Manrique, M. Ciclos Cósmicos de la Humanidad

Información básica para un análisis crítico de la crisis COVID:
    • García Blanca, J. Mi investigación de la falsa pandemia
    • Lanka, S. Artículos sobre la Corona-crisis y el desmontaje de la Virología (WissenschafftPlus)
    • Botinas Montiel, Ll. Llamamiento a la acción adecuada: actuemos para ganar 



domingo, 24 de octubre de 2021

Stefan Lanka: Jaque Mate a la Virología


Acaba de llegarme un video vía Telegram. Remite: el doctor Stefan Lanka.

Anuncia que ha completado la segunda fase de los experimentos de control que estaba realizando: definitivamente, la Virología queda refutada. Y él mismo se presenta como ex-virólogo.

De qué estoy hablando?

En marzo entrevisté al doctor Lanka para la revista Discovery DSalud. Una larga y densa entrevista que hubo de publicarse en tres entregas: números 247-249, es decir entre abril y junio de este año. Entre las muchas y muy sorprendentes cosas de las que hablamos, el doctor Lanka explicó su trabajo de revisión de la Virología que ha venido publicando en la revista que edita en alemán: WissenschafftPlus.

En síntesis: los virólogos nunca jamás han hecho experimentos de control cuando se han puesto a aislar virus y por tanto no se han dado cuenta -o no han querido darse cuenta- de que estaban cometiendo un error mayúsculo y que los "virus" solo estaban en su imaginación. Este trabajo deja pues sin base científica toda la Virología incluyendo el supuesto "virus" que el mismo doctor Lanka había "descubierto" en 1994. Y por supuesto supone que el SARS-CoV-2 como el resto de los "virus" no es que no se haya aislado, es que no se podrá aislar nunca.

Todo esto puede leerse con detalle en la entrevista o en los textos del propio Lanka, algunos de los cuales están traducidos en la web de WissenschafftPlus a varios idiomas incluyendo el castellano.

Pero el doctor Lanka ha dado un paso más, el paso definitivo: llevar este planteamiento al laboratorio y realizar los experimentos de control que ningún virólogo ha realizado jamás.

En una primera fase demostró que cultivando tejidos sanos mediante el procedimiento que habitualmente se utiliza con los supuestos tejidos infectados las células "mueren" exactamente igual lo que significa que no eran los "virus" los que las mataban sino el propio procedimiento de cultivo.

Y recientemente el paso definitivo: el doctor Lanka ha recreado el "SARS-CoV-2" a partir del cultivo de células humanas sanas demostrando que el nuevo coronavirus no es una entidad biológica real sino un constructo virtual que puede fabricarse mediante sofisticados programas informáticos.

Jaque mate a la Virología.

El trabajo científico está hecho. Ahora queda lo peor. Del mismo modo que tantas teorías erróneas o directamente falsas se han impuesto por motivos de Poder y multitud de descubrimientos han sido censurados, perseguidos, destruidos porque no interesaban al Poder. Ahora toca el turno de pelear por este cambio de paradigma que puede abrir las puertas un cambio mucho más global y radical.



Explicaré todos los detalles de estos experimentos y sus consecuencias en un próximo número de Discovery DSalud. Entretanto aquí hay más información:

Entrevista con el doctor Lanka. Discovery DSalud, 247-249. Marzo-Junio, 2021.
García Blanca, J. Los virus no son causa de ninguna enfermedad. Discovery DSalud, 250. Julio 2021.
Textos claves del doctor Lanka traducidos en la web de WissenschafftPlus.
Entrevista en la que el doctor Lanka explica brevemente su refutación de la Virología.
Video del doctor Lanka anunciando el fin de los experimentos.