jueves, 10 de diciembre de 2015

Las publicaciones científicas controladas

Las publicaciones científicas están controladas por un reducido grupo de editoriales

La publicación de trabajos, estudios e investigaciones es clave en el progreso del conocimiento científico y vital para que los investigadores consigan fondos para sus proyectos. De ahí la importancia que tiene el rigor de las publicaciones en las que aparecen y, sobre todo, su independencia. Pues bien, un equipo de investigadores de la Universidad de Montreal ha revisado unos ¡45 millones de artículos! publicados en revistas científicas entre 1973 y 2013 destacando un hecho: la mayoría las controlan cinco o seis editoriales a las que los autores se refieren como The oligopoly of academic publishers (El oligopolio de los editores académicos). Y eso implica que la producción y difusión del conocimiento científico -especialmente en el ámbito sanitario- se halla en manos de unas pocas personas que son quienes deciden qué publicar y qué no y, por ende, lo que se considera científicamente válido o no. Lamentable.


Pocas personas dudarán a estas alturas del papel que los medios de comunicación de masas juegan en nuestra sociedad como herramientas de manipulación al servicio de unos pocos grupos poderosos: lo hemos analizado en esta revista (lea en www.dsalud.com el artículo que con el título ¿Son de fiar los medios de comunicación? Publicamos en el número 184, julio-agosto de 2015) y hemos mostrado cómo fabrican o modelan la opinión pública e incluso la emoción pública, es decir, no solo influyen decisivamente en los que la ciudadanía debe conocer, sino también en lo que debe sentir.

Esta labor es en realidad la continuación de otra mucho más importante y decisiva que es el proceso educativo ya que la institución escolar es la que realmente se encarga de “fabricar” esos ciudadanos obedientes, pasivos, indolentes y acríticos, que posteriormente aceptan cualquier mensaje lanzado por los medios sin preguntarse a qué intereses sirve e incluso cuando esa aceptación supone un perjuicio para su propia vida.

Pues bien, este mismo esquema podemos aplicarlo a las publicaciones científicas. La ciencia se ha convertido en una especie de sustituta de la religión: las verdades oficiales de la ciencia sustituyen a los dogmas de las religiones; la denominada Comunidad Científica sustituye a la Iglesia, los disidentes y críticos con las teorías oficiales son los nuevos herejes y nuevos mecanismos de represión sustituyen a la Santa Inquisición... y las publicaciones científicas constituyen las nuevas encíclicas que sirven para establecer los dogmas de esta nueva “religión” a la que no le faltan los fanáticos y extremistas encarnados en esos grupos pseudoescépticos de los que también hemos hablado.

De este modo, siguiendo el esquema que proponíamos, existen programas educativos que desde la primaria hasta la universidad inculcan los conceptos de una ciencia intolerante y sectaria en la ciudadanía y, muy especialmente, en los profesionales de las distintas ciencias y de sus aplicaciones prácticas –muy en particular, las ciencias de la salud y la vida-, profesionales que se encargarán de difundir y perpetuar los dogmas científicos que garanticen a esos pocos poderosos sus privilegios, sus negocios y su control sobre los demás.

Y como continuación y complemento de esos programas educativos, tenemos las publicaciones científicas, tanto las especializadas como las divulgativas, que se encargan –como los medios de masas- de modelar y fabricar las “verdades” científicas en cada momento. Y una señal evidente y alarmante de que ese proceso se está agudizando y agravando es la concentración en unas pocas manos de esas publicaciones.



LOS CINCO GRANDES GRUPOS EDITORES
que controlan la mayoría de las publicaciones científicas son los siguientes:

-Elsevier: Fundado en Ámsterdam 1880 por Lodewijk Elzevir, se trata del mayor grupo editorial de publicaciones científicas tanto en volumen de revistas como en los beneficios que obtiene. Sus ingresos en 2014 ascendieron a 2.480 millones de libras. Controla más de dos mil revistas –las más famosas: Cell y Lancet- en las que se publican una media de 360.000 artículos cada año a los que acceden doce millones de personas.

-Springer: Fundado en 1842 por Julius Springer en Berlín. Es el mayor grupo editorial de libros científicos y segundo en publicación de revistas científicas: publica 6.500 títulos nuevos cada año y controla casi dos mil revistas. Tiene 5000 empleados y sus ventas ascendieron en 2008 a 880 millones de euros.

-Wiley-Blackwell: Unión de los grupos estadounidenses Willey, fundado en 1922 y Blackwell en 1939. Tiene 990 empleados y publica unas 1.500 revistas científicas y edita unos 1.500 títulos anuales.

-Taylord & Francis: grupo fundado en 1852 en Reino Unido por William Francis y Richard Taylord. En 2004 se fusionó con Informa convirtiéndose en su brazo editorial con 1.000 revistas y unos 1.800 títulos anuales en un catálogo de más de 20.000 títulos.

-Sage: Grupo fundado en 1965 por Sara Miller McCune en California, Estados Unidos. Tiene 1.500 empleados y edita 800 revistas y una cifra similar en libros anuales.


Jesús García Blanca
Artículo publicado en Discovery DSalud, número 188, diciembre 2015.