viernes, 13 de febrero de 2015

Salud biopsicosocial


Un enfoque que recupera la visión global de las medicinas tradicionales.

El acercamiento de la psicología y la psiquiatría al terreno de lo corporal, y el de la biomedicina al ámbito de lo mental y lo emocional constituyen una recuperación parcial del modo en que las medicinas tradicionales concebían al ser humano y por tanto la salud y la forma de actuar ante la enfermedad.

La consolidación de un modelo médico mecanicista y su alianza con la industria farmacéutica y biotecnológica ha provocado una situación paradójica: la medicina, que debía velar por la salud y el bienestar, está provocando una crisis global de salud.

Sin embargo, el enfoque biopsicosocial contribuirá sin duda a una mejor comprensión de la salud y la enfermedad y a una medicina más enfocada a la salud y menos al negocio de la enfermedad, más cercana a la gente y menos dependiente de la industria, más centrada en lo humano y menos obsesionada con la tecnología; acorde con una sociedad más armónica.




Jesús García Blanca
Salud biopsicosocial, el bienestar holístico.
Cuerpomente, 274, febrero 2015.

jueves, 5 de febrero de 2015

Obsesionados con la limpieza

Mientras los niños se divierten con la tierra, nosotros nos preocupamos de que no se ensucien, olvidándonos de que es esencial para que descubran el mundo que los rodea.



Una visita a cualquier parque infantil nos servirá con toda seguridad para aprender dos lecciones básicas sobre crianza: una es la necesidad vital de los niños de estar en contacto con la naturaleza; y la otra, la preocupación, hasta límites obsesivos, que tienen los adultos por la limpieza y el orden.

¿Qué nos dicen estas dos observaciones y cómo podemos aprovecharlas a la hora de plantearnos nuestra propia labor de crianza?

Jesús García Blanca
Obsesionados con la limpieza.
Tu bebé, 257, enero 2015.

Simplicidad voluntaria

Comienzo una nueva sección en la revista Mente Sana: En Transformación

Acumular objetos que no necesitamos o mantener relaciones que no nos llenan solo conduce a ua cosa: el vacío existencial. La alternativa es la simplicidad voluntaria, una travesía hacia la vida consciente y plena.



Vivimos en una sociedad consumista dominada por el materialismo y el supuesto progreso tecnológico que concede excesiva importancia a lo exterior, a la apariencia, frente a lo interior, lo profundo. Nos preocupa más tener que ser. Y ese olvido de las raíces, de nuestra conexión sagrada con lo que nos rodea, ha creado un vacío que tratamos de llenar con una multitud de objetos en su mayor parte inútiles que nos mantienen alejados de nuestra verdadera esencia humana y nos impiden construir una sociedad más armónica.

Simplificar nuestro entorno es un primer paso para concedernos el tiempo y la energía necesarios para hacer crecer nuestra riqueza interior y atravesar esa frontera invisible pero densa que separa la inercia de la consciencia.

Jesús García Blanca
El camino hacia la simplicidad voluntaria.
Mente Sana, 111, febrero, 2015.

domingo, 1 de febrero de 2015

La energía vital de los elementos

El aire, el sol, la tierra y el agua son los cuatro elementos esenciales. Al entrar en contacto con ellos, recibimos energías que potencian nuestra capacidad autocurativa y nos ayudan a mantener el equilibrio mental y físico. Por eso, conviene ir a su encuentro siempre que podamos.


Aire: energía compartida que nos pone en contacto con la biosfera.

Fuego: el sol ayuda a asimilar vitaminas, contribuye a eliminar toxinas, activa la hipófisis estimulando es sistema endocrino, el metabolismo y la secreción de hormonas sexuales, estimula órganos internos, normaliza el sistema nervioso y fortalece los huesos.

Tierra: es sostén y alimento, el ecosistema que compartimos y que a través de la arcilla posee propiedades curativas casi milagrosas.

Agua: nuestro medio interno en el que conviven células y bacterias, y del que toman alimento y energía.

Jesús García Blanca
Artículo publicado en Cultivar la Salud, Mente Sana, 110, enero 2015

Desmedicalizando la concepción, embarazos y partos

Por un nacimiento más armónico

En 1915, el obstetra Joseph DeLee expuso su visión del parto como un "proceso patológico" que debía ser atendido exclusivamente por obstetras, recomendando el uso sistemático de fórceps y episiotomía, la administración de sedantes y cloroformo, así como derivados del trigo para acelerar la salida de la placenta. Sus tratados se convirtieron en influencia decisiva a partir de los años treinta del siglo XX, contribuyendo así al olvido de conocimientos tradicionales y a la medicalización de los partos.


La confianza en los procesos naturales aporta una seguridad instintiva durante todo el embarazo que permite minimizar los análisis, tests y ecografías que pueden repercutir en el desarrollo neurológico, las células sanguíneas y la estructura genética del bebé.

Aunque hace treinta años la OMS consideraba que las intervenciones médicas solo están justificadas en un 10% de los partos, la realidad es justo la contraria: solo una minoría transcurren de modo natural y espontáneo. Por eso es tan importante asumir un papel activo.

Las evidencias científicas a favor del parto natural
Al comparar partos hospitalarios y partos naturales en casa, estos últimos resultan más seguros.


Jesús García Blanca
Artículo publicado en Salud Social, Cuerpomente, 273, enero 2015.