El Codex Alimentarius se presenta en su propia página web como una institución creada por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura con el fin de establecer criterios internacionales que regulen la producción y comercialización de alimentos con vistas a velar por la salud de los consumidores.
Sin embargo, son numerosas las evidencias que apuntan a que más bien se trata de un instrumento de poder en manos de las mismas familias que crearon el imperio de la industria farmacéutica y actualmente controlan también la industria alimentaria y la biotecnológica ejerciendo una influencia destructiva determinante
Y el engranaje en el que está atrapada la alimentación mundial tiene otras piezas. Es el caso del papel protagonista que juega otro organismo internacional creado por los dirigentes de las grandes corporaciones y entidades financieras y que se caracteriza por su total falta de transparencia: la Organización Mundial de Comercio.
Jesús García Blanca.
Artículo publicado en el número 161 (junio, 2013) de Discovery DSalud.
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